“Ninguno de nosotros afirme haber hallado la verdad;
busquémosla como si unos y otros la desconociésemos”[1]
¿Cómo pensar la vida o el hombre a través de las diferentes circunstancias que ha tenido que afrontar, un mundo que se desarrolla dentro de la angustia ocasionada por la guerra? ¿Qué ha quedado del hombre después de todo esto? ¿Cómo se podría definir el hombre a través de estas vicisitudes que han determinado su condición humana? Es un hombre que ha intentado anclarse a la vida y ha buscado en la opción de representarse de nuevo como la posibilidad de nacer, viendo en su vida social el espacio de hacer eterno el presente, comprenderse y hacer de ese ejercicio un reconocimiento de lo real, lograr la armonía con el mundo que no nos permitiría perdernos en el mundo, lo cual generaría un reconocimiento del Otro como la capacidad plena de
[2] ARENDT, Hannah. La condición humana. Barcelona: Ediciones Paidós. 2005.,p. 38.